Es importante que los adultos comprendan las peculiaridades psicológicas de los menores para poder dar una respuesta empática a sus necesidades. Las medidas de confinamiento ayudan a mantener el virus fuera de nuestros hogares, pero ¿cómo podemos manejar el malestar que queda dentro?
- Cómo afecta el confinamiento a niños según su edad y grado de madurez
- ¿Qué explicaciones dar a los niños durante el confinamiento?
- ¿Como manejarlo?
Cómo afecta el confinamiento a niños según su edad y grado de madurez
Según la edad y el grado de madurez del niño, hay un nivel de comprensión de la situación y una gestión diferente de las emociones. En líneas generales, hasta los 5 años hay menos consciencia de lo que significa el confinamiento, por lo que establecer rutinas será clave para que el niño se sienta seguro y estructurado. A partir de los 6 años hay más comprensión de la situación y eso puede generar diferentes respuestas emocionales. También hay que tener en cuenta la personalidad del niño, que puede ser un factor importante en la adaptación a esta nueva forma de vida. Para los adolescentes tampoco es una situación fácil, a pesar de que puedan entender perfectamente lo que significa. Es habitual que manifiesten enfado, tristeza, preocupación, se aíslen…
¿Qué explicaciones dar a los niños durante el confinamiento?
Es importante no exponer a los menores a información constante de los medios de comunicación, en lo que ya se empieza a denominar “infodemia” (sobreabundancia informativa). Los niños necesitan entender, pero hay imágenes que pueden resultar muy agresivas y crearles más inseguridad. Explícale a tu hijo todo lo que necesita saber adaptado a su nivel madurativo:
- Ofrece información veraz sobre el Coronavirus y sus consecuencias. ¿Recuerdas cuando tuviste la gripe aquella vez? Háblale de los principales síntomas (tos, falta de aire y fiebre), de cómo se transmite la enfermedad, de su peligrosidad (se contagia con facilidad y por eso nos tenemos que proteger), de a quién ataca principalmente… Corrige información errónea o malinterpretada.
- Potencia su sensación de control a partir de la prevención: la importancia de la higiene y por qué no hay que tener miedo a las vacunas.
- Explícale por qué es importante el confinamiento. Gracias a que estamos en casa hay muchas menos personas que se ponen malitas.
- Fomenta su sentido crítico ante algunas repercusiones de la pandemia. Por ejemplo, ante el aumento del racismo hacia las personas orientales: ¿a ti qué te parece?
¿Como manejarlo?
- No esperes que te pregunte: explora qué es lo que sabe y si tiene dudas o miedos relacionados con el virus. Dale respuestas sencillas con un lenguaje adaptado a su edad y sus conocimientos. Siempre desde la calma, sin catastrofismo.
- Transmite seguridad: explícale que la mayoría de las personas que se infectan se curan, que hay muchos profesionales sanitarios para cuidarnos y buscar una vacuna, que quedándonos en casa estamos protegidos, que los adultos nos aseguramos de que estén bien en todo lo que necesite, que un día u otro esta situación se acabará…
- Hablad frecuentemente sobre el tema, pero sin saturar de información. Haz que sienta que puede mencionarlo cuando lo necesite. Haz dibujos para darle explicaciones.
- No escondas tus emociones negativas: puedes expresarlas siempre y cuando expliques lo que sientes y por qué, de una forma adaptada para la edad del niño. Esto facilitará que tus hijos también verbalicen sus emociones. Evita tanto catastrofizar como el positivismo vacío. Tenemos derecho a sentirnos mal.
- Acompaña emocionalmente a tus hijos cuando expresen sentimientos negativos (llorando, enfadándose…). No bloquees estas actitudes (“no llores”), valídalas como algo normal y ayúdale a manejarlas.
- Crea rutinas: ayudará a estructurar el día y generar seguridad. El día tiene que tiempo organizado para: deberes escolares, higiene, jugar…
- Facilita el contacto con el exterior: organiza videollamadas con otros miembros de la familia o amigos.
- Potencia la amabilidad, el cariño y el buen humor: recuerda que el confinamiento puede ser una oportunidad para reforzar los lazos familiares.
- Entrena la resiliencia, es decir, la capacidad de adaptarnos a las situaciones adversas. Lo importarte no es caerse, sino saber levantarse.
Articulo preparado para Ud. por el equipo de especialistas de la Línea Médica Pediátrica DKV (976 991 199)
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